Con el comienzo de la primavera y el clima tibio empiezan a aparecer unos pocos queridos visitantes en nuestros gatunos: las temidas pulgas y garrapatas, que pueden traer problemas a la salud de tu gato, así como también a sus humanos.

Las garrapatas:

En el caso de las garrapatas, su ciclo de vida es mantenerse en latencia en el periodo de invierno, cuando las condiciones climáticas son desfavorables, hasta que las temperaturas suben y empiezan a eclosionar los huevos. Por eso en esta época se ven con mucha más frecuencia.

La garrapata es fácil de encontrar en orejas, cuello, vientre y entre los dedos de tu gatuno.

En el transcurso de su vida sube tres veces a su huésped (gato) para alimentarse y baja para completar su desarrollo. Las hembras pueden poner entre 2.000 a 4.000 huevos en el medio ambiente y estos tardaran unos 15 días en ser incubados.

La garrapata puede sobrevivir a un ayuno de hasta 60 o más días como larva y 220 como adulto. Vive en los pastos altos de jardines, plazas y baldíos, donde espera para prenderse a cualquier animal de sangre caliente. Provoca lesiones en la piel por las picaduras que realiza para alimentarse, causando irritación y puede producir infecciones importantes o trasmitir enfermedades a gatos y humanos.

Si encuentras una garrapata en el cuerpo de tu gato, no es conveniente arrancarla con las manos, ya que deja incrustadas sus piezas bucales en la piel del animal lo cual puede formar quistes, infecciones o abscesos. Lo más recomendable es poner algún producto contra garrapatas recomendado por tu veterinario y esperar a que haga efecto, así la garrapata se desprenderá sola de la piel de tu gatuno.

Las pulgas:

Es el principal problema dermatológico que afecta a nuestros gatunos. Vive la mayor parte de su vida en el ambiente y solo se encuentra sobre el animal en su periodo adulto. Son insectos oscuros y saltarines de no más de 2 mm de largo, con pinzas bucales afinadas para poder alimentarse de sangre. Ponen alrededor de 45 huevos diarios que caen en el ambiente: alfombras, rincones, grietas ¡Y cualquier lugar! Donde completan su ciclo de tres semanas de incubación. La saliva que inyecta la pulga para succionar la sangre causa hipersensibilidad y fuerte picazón que predispone al gato a rascarse de manera excesiva y lastimar su piel produciendo dermatitis alérgica. Donde más se manifiestan estas lesiones es: La cola, la ingle y las costillas del animal, provocando caída del pelo, enrojecimiento, costras y presencia de pus.

Si tu gatuno está contagiado por estos desagradables parásitos puedes tratarlo con diferentes productos que ofrece el mercado como: pipetas, sprays o comprimidos todo esto indicado previamente por un veterinario.

Por esto es muy importante prevenir para evitar estos contagios, usando regularmente productos antiparasitarios ya que los huevos de estos parásitos se encuentran en el ambiente constantemente.

Para mantener a estos terribles visitantes alejados de tu hogar, procura seguir los siguientes pasos:

• Realizar una desparasitación externa una vez al mes, o según lo indique el producto que elegiste para desparasitar a tu gatuno

• Si hay más de una mascota en la casa, aplicar en todos los animales el producto al mismo tiempo, para evitar nuevos contagios.

• Realizar un control de pulgas y garrapatas en el ambiente donde el gato se mueve (patio, casa, frazadas, cojines, etc.).

• Revisa el pelaje de tu animal de manera habitual, sobre todo en primavera y en verano, cuando garrapatas y pulgas están más activas.

• Mantén una higiene adecuada, con cepillados habituales del pelaje y con baños.

• Si tu gatuno pasa mucho tiempo en el jardín, es importante, sobre todo en los meses más cálidos, que mantengas desinfectado el lugar dónde pasa la mayor parte del tiempo.

• Lava con frecuencia la cama de tu gato y pasa regularmente la aspiradora tanto en las alfombras como debajo de los sillones y muebles del hogar.

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